Este texto me lo mandaron vía correo electrónico y me pareció bacano compartirlo con los caminantes:
"El día del Abogado es el Día de la justicia, el Día de la abstracción en las grandes causas de la verdad y del imperio de la ley, sobre cualquier codicia humana, sobre cualquier propósito nefando, sobre cualquier descamino del orden constituido.
¿Qué es un abogado? En principio quien aboga por su cliente o por el asunto que se le ha encomendado. La tradición nos llama letrados, o sea, cultivadores de las disciplinas del espíritu. ¿Qué se requiere para serlo y hacerlo? Conocimientos y ética, por partes iguales. ¿De qué sirve lo uno sin lo otro? Por eso hay que afinar moralmente nuestro instrumento de trabajo, que es la palabra en su más amplia acepción; hacerla palabra honesta, enriquecida con la verdad.
Que en este y los demás días, se vislumbren teorías y argumentos sobre ese Nuevo Derecho, del cual tanto se habla y que los Jueces y Magistrados de Colombia iluminen criterios y voluntades del Foro Jurídico de
Es imprescindible que estemos pendientes y atentos de lo que pasa y sucede a nuestro alrededor. El posible egoísmo profesional se debe transformar en altruismo social. Seamos sin pretexto ni excusa el ojo sensible y perspicaz, agudo y alerta, de cualquier acción que implique o pueda implicar alteración del orden jurídico; y no por veneración absurda a la mera letra de la ley sino por respeto y lealtad a la moral del pueblo, a sus valores y a su cultura. Para constatar todo lo que digo no hay más que repasar la historia. Los momentos estelares de la humanidad han coincidido con los de la abogacía: Grecia, Roma, los puntos luminosos de la edad media, el Renacimiento,
Por último, hay algo que no cambia ni está sometido a los avatares del destino social o a las vicisitudes de la política; y es el espíritu de la ley, su alma, su esencia. Este es el eje diamantino de la abogacía. No renunciemos a él porque dejaríamos al pueblo huérfano de su herencia más preciada. Lo demás es pasajero, lo nuestro es permanente. Seamos fieles a dicha permanencia. La política del Derecho se identifica con la verdad y con