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SOY UN ADICTO

Sí, lo reconozco soy un adicto, y no me da vergüenza admitirlo y tampoco quiero superarlo.
No tengo fase de negación, por el contrario admito que tengo muchas adicciones y que no quiero salir de ellas.

Durante mi vida he tenido varias adicciones, que son simultáneas o de a una, he sido adicto a los videojuegos, al chocorramo, a la televisión, al Internet, a la música y a otras cosas de las cuales no me acuerdo, no porque pretenda ocultarlas , sino porque tengo memoria de pollo como dicen por ahí.

En este momento he aceptado plenamente que mi adicción de turno es sentir a el público asistente a un concierto estallar de emoción cuando su artista preferido interpreta su canción favorita. Mi adicción de turno es ver a las personas sonrrientes, felices por estar haciendo uno de sus sueños realidad.

Mi adicción actual sólo se ve satisfecha cuando hago un concierto y al finalizar veo a las personas regresar a sus casas llenos de felicidad. Antes creía que mi adicción era ir a conciertos y ver a mis bandas preferidas, mi adicción era tratar de conseguir esos sueños; pero ahora soy adicto a ayudar a realizarlos, soy adicto a generar felicidad.

No puedo controlar esa sensación de ver a muchas personas felices porque están en su concierto preferido, es indescriptible el sentimiento que te embarga cuando alguien al que no conoces te saluda y agradece por darle a su vida un alto porcentaje de felicidad.

Es verdad que la producción de conciertos es una de mis formas de generar ingresos, pero es en esos conciertos en los que hay poca asistencia, en los que quedas debiendo o pierdes los invertido, en esos conciertos donde solo van los verdaderos seguidores, donde mi adicción en verdad se sacia, porque esas pocas personas han tenido el mejor día de sus vidas.

Por esa razón no me apena decir que soy ADICTO.




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